La redacción como tortura.
Por Renward García Medrano
Durante más de cuarenta años de trabajo diario con el lenguaje he comprobado que tanto en México como en otros países de habla española, numerosos profesionistas viven la redacción casi como tortura.
Antes de escribir saben que lo harán mal y empezarán una y otra vez hasta que, por cansancio o urgencia, opten por una mezcla de varias versiones. Al final les queda la sensación de no haber logrado una redacción correcta.
¿Por qué ocurre esto a personas bien preparadas profesionalmente, inteligentes y cultas? Porque la escuela nos enseñó algunos rudimentos de gramática pero no nos capacitó para redactar. De esto hablaremos en los siguientes artículos.